Atención temprana
Atención temprana
La atención temprana se centra en identificar, evaluar y tratar afecciones que puedan afectar el movimiento, la coordinación y la funcionalidad del niño, con el objetivo de prevenir futuros problemas y promover un desarrollo óptimo en los primeros meses de vida del niño o niña. La atención temprana puede incluir ejercicios, técnicas de estimulación sensorial y motora, terapia manual y otros tratamientos específicos adaptados a las necesidades individuales de cada bebe.
La atención temprana es crucial para aquellos niños y niñas que nacen de forma prematura, ya que pueden tener mayores probabilidades de enfrentar dificultades en su desarrollo debido a sus antecedentes. Es por eso que una evaluación temprana, que se realiza en el momento del alta hospitalaria, es esencial para detectar posibles problemas en el desarrollo motor de estos niños y niñas, con el fin de proporcionar intervenciones personalizadas y adecuadas a su momento evolutivo y, de esta manera, minimizar el impacto en su desarrollo. Para llevar a cabo una evaluación exhaustiva y precisa, se utilizan escalas validadas y protocolos de valoración recomendados internacionalmente para detectar de manera temprana posibles alteraciones en el neurodesarrollo durante los primeros meses de vida. Al detectar cualquier problema en el neurodesarrollo, es importante seguir y intervenir de manera temprana, ya que esto asegura la prevención de cualquier dificultad futura.
La atención temprana es vital para los recién nacidos de riesgo neurológico, es decir, aquellos que tienen ciertos antecedentes prenatales, perinatales o postnatales que los hacen más propensos a experimentar dificultades en su desarrollo durante la infancia, ya sea de manera temporal o permanente. Por lo tanto, es necesario establecer un protocolo de seguimiento desde la fisioterapia pediátrica en los primeros meses de vida. Existen varios factores que se consideran de riesgo neurológico en los recién nacidos, incluyendo un peso inferior a 1500 gramos al nacer, el nacimiento prematuro, un APGAR inferior a 3 al minuto o 7 a los 5 minutos, la necesidad de ventilación mecánica durante más de 24 horas, convulsiones neonatales, daño cerebral evidenciado por ECO o TAC, malformaciones del sistema nervioso central, síndromes o enfermedades raras. En presencia de uno o más de estos factores de riesgo neurológico, es fundamental realizar una evaluación exhaustiva y seguir un protocolo de atención temprana.
Es fundamental entender que este síndrome no es una enfermedad como tal y que no existen diferentes grados. Sin embargo, una característica general es que todos los niños y niñas que lo presentan pueden experimentar algún tipo de trastorno del desarrollo, aunque con una variabilidad interindividual. La fisioterapia pediátrica es crucial para realizar un seguimiento desde edades tempranas del desarrollo musculoesquelético y poder prevenir deformidades en edades más avanzadas, garantizando una calidad de vida óptima para el niño o niña. La atención temprana es clave en estos casos, ya que cuanto antes se inicie la intervención, mayores serán las posibilidades de mejorar el desarrollo motor y prevenir complicaciones en el futuro. También es importante destacar que la atención temprana puede abordar el desarrollo cognitivo, emocional y social, brindando herramientas para que el niño o niña se adapte correctamente.
Las enfermedades poco frecuentes, también conocidas como enfermedades raras, son aquellas patologías que afectan a un reducido número de personas en la población. Debido a su baja prevalencia, su diagnóstico y tratamiento pueden ser un desafío para los profesionales de la salud. En algunos casos, estas enfermedades pueden ser detectadas desde el momento del nacimiento, mientras que en otros, el diagnóstico puede retrasarse hasta edades más avanzadas, lo que puede repercutir en el desarrollo de los afectados. Es importante destacar que los niños y niñas con enfermedades poco frecuentes pueden presentar dificultades en su desarrollo psicomotor o del sistema musculoesquelético. Por ello, es fundamental una atención temprana que permita una detección precoz de estas dificultades y una intervención terapéutica adaptada a cada caso particular. De esta forma, se pueden minimizar las posibles consecuencias de estas patologías en el desarrollo y mejorar la calidad de vida de los afectados.
En el proceso de desarrollo de los niños y niñas, es posible que en algunas ocasiones se presenten dificultades en la adquisición de los hitos motores, o que la calidad de los mismos no sea la esperada, sin que exista un motivo concreto que lo explique. En estos casos, la intervención temprana es fundamental para prevenir posibles complicaciones y favorecer el desarrollo motor y psicomotor del niño o niña, ya que puede permitir detectar el origen de las dificultades en la adquisición de los hitos motores y establecer un plan de intervención específico y adaptado a las necesidades de cada niño o niña. Además, mediante la utilización de diferentes enfoques y adaptaciones del entorno, se pueden estimular la aparición de nuevos hitos psicomotores en el niño o niña. De esta manera, se favorece su desarrollo motor y se previenen posibles complicaciones en el futuro. En resumen, la atención temprana puede ser clave para el desarrollo y bienestar de los niños y niñas.
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